miércoles, 11 de abril de 2012

Fantasma


Su imagen llena mis ojos
y mi corazón me despierta.

Su cabello teñido acaricia mi alma,
el dolor en mi cabeza no se detiene,
el cielo nos observa sin tomar partido
en un juego surrealista póstumo al caos,
y, a esos hermosos errores de la vida.

Besé el calor de su cuerpo
y dibuje con mi boca el tatuaje en su espalda,
maldito desfase de tiempo
en el que guardé para siempre su mirada
en mis ojos y su sonrisa en mi boca...

...pero ella ya me había olvidado.

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